Feliz deuda nueva

Por Maria Alejandra Erazo Vega (MALEV)

Creo conveniente que toda mujer se dé a querer pero primero se quiera ella misma. Mi abuela siempre preguntó y nadie le supo responder ¿Quién dijo que el matrimonio asegura la felicidad? y yo cambié la pregunta ¿Quién dijo que el matrimonio asegura la fidelidad? En realidad traduje que el matrimonio es un campo de batalla, es u escenario bélico en el que hay que luchar por los hijos y todo lo demás. Yo no sé como caí engañada a los brazos de un señor que le juro a Dios cuidarme y protegerme… y luego lo que hizo fue maltratarme y amenazar con dejar mi imagen por el suelo. Los casos de maltrato, abuso y asesinato en esta época se disparan. Es triste ver que cuando nace una niña se tiene el miedo de que el mundo le depare tanta traición, tanta violencia, y es permisivo hasta que se desborda en casos que son ya lamentables. Que cruel es la naturaleza cuando permite esa tormenta hormonal y periodos de gestación y un cúmulo de síntomas y cambios, que tenaz es ver como la mujer absorbe tal responsabilidad ante un embarazo y los hombres solo ponen la cara larga como si no tuvieran que ver. Yo digo hay que cambiar los rituales, despertar a nuevas épocas, ya no estamos las mujeres para cargar con vidas ajenas, y no estamos para sacrificarnos tanto por algo que nos está costando tanto. Añoro que está época de fiestas pase volando, ya no tengo la disposición de otros años de ponerme a valorar los hechos, ahora me toca planear, mi hija ya ha entendido que me ha hecho una abuela y que tiene que vivir su vida, la suya propia, que yo ya tuve esa opción y estoy aquí, y que solo espero no se deje tan poco deslumbrar por ese matiz de la matenidad y que administre bien su tiempo y posesiones, que a la vuelta de todo este sistema capitalista y consumista nos quiere es cegar con sus supuestos privilegios, que a costa de contaminar y pasar el tiempo tan rápido no nos quede más vida.

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