Mes: julio 2019

Los abnegados 2

Charlie

Y ante el altar juro la fidelidad sin saber qué clase de demonios se me presentarían. La mujer es el pecado y por su causa fue que cayó el paraíso… Yo no puedo menos contar con la suerte de terminar bien la vida que me cupo, soy un desheredado, un limbo absoluto, dispuesto a pagar caro el precio por ser tan insolente, he muerto por diez segundos cuando el Cirujano me dejo sin corazón y me conecto a una máquina, si alguien me dijera que hay algo del otro lado, le resuelvo la duda diciéndole que no hay consciencia, o no hay nada que es lo mismo. Es mejor de todas maneras a sentir el dolor que te carcome la piel y que confunde los sentidos, hoy estamos conectados a esta realidad y mañana espero que no hay nada más.

 

Los abnegados 1

El Tapita

César no contempla ni tiempo ni espacio, es un ciudadano de una pelota con tierra sacada de muertos, y cultivada por vivos… Yo le dije que en algún momento debía aterrizar para contarnos lo que vió por allá. Pero su insolencia lo hace correr con toda clase de riesgos a fin de cumplir su sentencia máxima que es la de no morir en una cama. «Hay que hacer de la vida un testimonio que por lo menos no sea tan efímero como en los demás»… dice. Es tan confiado que se arriesga a ganarse una bala perdida o un amor fortuito con una mujer de escasa re-puta-ción, A mi se me da igual eso de que algo signifique una cosa u otra, eso del tiempo es una condena, por eso me quito el reloj y a pesar de ser un fino ejemplar de la industria Suiza lo tiro al aire para que el César lo acabe de un balazo, también César quiere lucirse de alguna forma toma un libro lleno de problemas y le soluciona la existencia… SIGUE

Todos los agujeros son buenos

Alexis Mendoza

Con el cañón en forma de flauta el arma dispara mejor, y es más letal… Un ronquido hace eco en la loma, un herido con una herida es trasladado al centro de salud, el Médico afila la aguja. ¡Tranquilos! el muerto de hoy lo reemplaza el nacimiento de mañana. Esta misma noche una doncella se agita y expele su éxtasis en gemidos que despiertan a más de uno en todo el edificio, la gente envidia la felicidad y el logro del orgasmo. Una actriz sale en la tele guía diciendo que no le importa por cual agujero la penetren, el Médico sigue prefiriendo operar que trazar un tratamiento. Los laboratorios traen más noticias de embarazos sorprendentes a adolescentes, la vida les conviene a todos esos mercaderes de fe y salud, a los del sexo, a los que dicen y se muerden la lengua, menos a esos que suspiraron cuando se sucedió el orgasmo y la preñez, que andan ahorrando para pañales y leche, y verán que el día de mañana el agua y el mismo aire ya no serán iguales, los veré allí con sed y luchando por respirar un veneno elaborado por el sistema más maligno creado por el humano.

de todos los sexos 2

Por Charlie

Por eso a la generación de don Primo, el abuelo del César creyó que el sexo por la retaguardia era una amenaza para la especie, y aunque de escribir no tenía mayor idea le envió al Vaticano una comunicación para condenar la practica y dictaminar que era algo pecaminoso y oscuro intentar la penetración por un agujero destinado para la salida y no para la entrada. Pero vaya a decir eso mismo a la escala de Trabajadoras del Sexo que promueven que todos los agujeros de ellas son aseados y más limpios que las salas de cirugía de un hospital. Así las cosas y con una cultura de que la curva más linda de una mujer es la de la cola (y no la de la sonrisa), entonces si hay que pensar bien.

de todos los sexos 1

Charlie

¿En serio cree usted que ella le pedirá sexo anal?… Es desleal eso de atacar por detrás, más si lo es sin previo aviso. Usted debe entender que en la pornografía la actriz es una profesional, que días antes del encuentro se prepara con una dieta y una rígida disciplina de relajación y respiración, que esto no es cosa de solo «querer»… Las más lanzadas lo dan costoso pero con la promesa de que sea muy «suave» y que ante el dolor podrán retirarse… Pero si es esa búsqueda del placer táctil el que dice elevar el dolor a la categoría de lo placentero, y mientras los hombres no les vemos otra aplicación distinta a las nalgas salvo el de parecernos que en medio reside el infierno… sigue

La altura concebida

Alexis Mendoza

Se es el menor estorbo para que el mundo se suceda.

Al amanecer salgo de casa con las ojeras para que la gente crea que soy el típico hijo de barrio: borracho y trasnochador. Debería oler también a sexo. Margarita me espera en el río para que le enseñe a nadar… «¿Pero tú no sabes nadar?» me había dicho César… Pero hay que hacer todo lo posible por una mujer… había dicho yo… «¿y si se ahoga… y si se ahogan los dos?»… Mejor para el mundo…

Lo cierto era que deseaba ver a Margarita en ropa de baño para confirmar lo que ya muchos me habían dicho: tiene un culo perfecto.

Lo confirmé cuando la rescaté de una corriente maltrecha, y tímidamente se aproximo y me rodeo con sus brazos, olía a el infierno, y yo hervía en vergüenza… En la playa ella me mostró un lunar que al descubrirlo me indico un sexo frígido y recogido – normal – para cualquier chica de su edad. Sonreía y se excusaba de que el río no se prestara para las lecciones de natación, me tomó de la mano en el camino de regreso y se despidió con un beso en la mejilla. Eché de menos a Margarita en la obra de teatro, salí directo a averiguar que era de ella cuando los chiquillos traían a boca de jarro una noticia que compartían y abrían un tanto los ojos. Margarita se había ahogado en una piscina.