Un café en las nubes

El César

– Amor ¿Por qué no me prometes algo eterno?

– Nada es eterno ni el amor, ni de la muerte estoy seguro es absoluta…

Comienza la lluvia y hay que irse a proteger a un techo cercano, la gente aplaude el espectáculo majestuoso que se da, uno de los meseros entre murmullos secretos le cuenta a otro que en esa cascada muchos han muerto, los suicidas escogen días como ese lluvioso para que su proyecto tenga éxito, sino mueren a la caída, si morirán ahogados.

En eso un chico se arrodilla extendiendo una sortija a su amada pidiendo matrimonio.

La gente vuelve ha aplaudir.

– Amor ¿Cuándo me pedirás matrimonio?

– Nunca. Ya te dije que no creo en nada…

La gente grita cuando ve como una silueta se asoma entre la niebla y se somete al vacío de la cascada, un chico ha saltado, unos corren a intentar divisar el cuerpo entre el agua que cae, no divisan nada, y como la lluvia arrecia vuelven diciendo ¡es imposible sobrevivir a eso!

Los meseros distribuyen café para calmar los ánimos.

Yo en cambio digo en voz alta:

– No puede ser el mundo más irónico que unos se casan y otros se matan ¡no sé qué será peor!

La muerte donde sea nos espera.

 

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